19 septiembre 2012

El uso de los animales en nuestra vida.

Debido al especismo -la discriminación en función de especie- y al beneficio que podemos obtener de su explotación, los animales son utilizados para servir a nuestros intereses de una forma u otra. Millones de ellos mueren cada hora tras ser víctimas de nuestra explotación como alimento, vestimenta, entretenimiento o modelos de laboratorio.
 
ALIMENTACIÓN
 
CARNE
Millones de vacas, pollos y cerdos son matados cada año para acabar en nuestro plato. También otros animales como los conejos, pavos, corderos, etc. mueren víctimas del sabor que tiene su carne. Todos los animales criados para consumo son matados, a pesar de que, al igual que a nosotros, a ellos también les importa su vida. Este es su inevitable final tanto en una granja ecológica como en una industrial. No existe motivo que justifique alimentarnos con los cadáveres de otros animales. El que alguien sepa bien, aporte proteínas, etc. jamás sería considerado un motivo válido para comernos a otros humanos y tampoco deben ser argumentos que justifiquen el consumo de otros animales.

PESCADO
La mayor parte de los individuos que mueren para nuestro consumo son peces. Tal es la cantidad que se les cuenta por toneladas y no por individuos, lo que hace difícil calcular cuántos de ellos mueren y es un claro ejemplo de la consideración que reciben. A pesar de las cifras en que son capturados y de lo que solemos pensar, los peces son individuos que sufren y disfrutan de sus vidas como confirman claramente diversos estudios científicos. Según Huntingford (2002) los peces tienen sentidos para detectar estímulos de dolor, vías sensoras para procesar dichos estímulos y mecanismos cerebrales que procesan dicha información y generan respuestas comportamentales que sugieren experiencias subjetivas negativas. En consecuencia, sus intereses merecen tanta importancia como los de cualquier otro animal -sea humano o no-. Existen diversas formas de capturar a los peces para nuestro consumo, aunque todas implican su sufrimiento y muerte. Las redes de pesca de los buques comerciales al igual que los anzuelos de la pesca deportiva, les causan una muerte dolorosa y lenta. Quienes son víctimas de las redes de la pesca comercial suelen morir asfixiados, aplastados por el peso de los demás peces o congelados en las cámaras de conservación de los buques. En las piscifactorías los peces mueren tras una vida de sufrimiento debido a la privación de libertad a la que están sometidos.

HUEVOS
 Para la producción de huevos -sean éstos de cría intensiva o ecológica- las gallinas son criadas con el único objetivo de que proporcionen el mencionado producto. Sus intereses cuentan en función de su capacidad para producir huevos. Las gallinas criadas con dicho propósito han nacido únicamente porque alguien pensó que podía sacar provecho de ellas. Así, éstas son matadas cuando dejan de ser productivas (o simplemente cuando sus niveles de producción descienden). Además, la producción de huevos también cuenta con los pollos macho entre sus víctimas, ya que a éstos se les mata nada más nacer porque la industria no obtendrá beneficio de ellos (dado que no ponen huevos y no son rentables para engordarles y utilizar su carne (para esto se utiliza a los pollos broiler que engordan más).
 
 LECHE 
 A las vacas se las cría con el único objetivo de que den leche -reforzando así su consideración como "objetos" a disposición humana -, a los terneros se les separa al poco de nacer de su madre y es matado por su carne. Las vacas son ordeñadas varias veces al día siendo necesario para ello privarlas de libertad. Tras varios años de ser explotadas por su leche, son matadas cuando se considera que no son lo suficientemente productivas. En definitiva: el consumo de leche tiene víctimas.  Es posible sustituir la leche de vaca por otras leches vegetales como la de soja, arroz, avena, etc. evitando así participar en esta explotación.

ENTRETENIMIENTO

CIRCOS
 Los circos llaman la atención por ser atractivos, divertidos y originales, son visitados por muchas niños atraídos muchas veces por los animales que pueden ver en ellos . Por desgracia existe otra realidad detrás de aquellos circos que utilizan animales, una realidad llena de sufrimiento, privación y muerte. Leones, tigres, elefantes, focas... animales cuyas vidas en libertad están llenas de experiencias diferentes, están condenados de por vida a repetir números que divierten a los asistentes pero que a ellos les causan stress, angustia y dolor físico. A esto se une la vida de privaciones y coacción a base de entrenamientos, viajes y soledad a la que se les obliga. 

ZOOS  
Los zoos son prisiones en las que viven encarcelados cientos de animales con el objetivo de hacer disfrutar a quienes les visitan. Desde leones, hasta serpientes y toda clase de animales "exóticos", pasan las horas en jaulas, celdas u otros espacios cerrados, mientras son "admirados" y fotografiados por nosotros. Poco se aprende en un zoo del comportamiento de los animales, quizás a privarles de su libertad, y a utilizarles cuando dispongamos. Pero aunque así fuera, ningún conocimiento justifica privar a otros de su libertad. 

TAUROMAQUIA
Los espectáculos denominados "corridas de toros" son probablemente una de las áreas de explotación animal más debatidas y cuestionadas en el estado español. Muchas organizaciones luchan por la total abolición de este festejo y según las estadísticas no muestran ningún interés el 70% de la población Intergallup (Junio 2002). En una corrida de toros mueren aproximadamente seis toros. Su muerte es extremadamente dolorosa, sus cuerpos son destrozados por picas, banderillas que terminan en afilados arpones metálicos de 5 centímetros, espadas y puntillas, para finalmente ser arrastrados y descuartizados para consumo después de una "tarde de fiesta". Alegar que el sufrimiento y la muerte de otros es cultural, artístico o tradicional para defenderlo es simplemente inaceptable. Tampoco debemos olvidar que las corridas de toros no son menos justificables que cualquier otro ámbito de explotación, ya que todas parten de la base de que los animales están para servirnos y que por ese motivo les podemos causar sufrimiento y muerte.

LA CAZA  
La caza o como se denomina eufemísticamente, "actividad cinegética", es considerada hoy día un deporte. Debido a ella, mueren miles de animales al año. Existen varias modalidades de caza, la caza menor, que queda caracterizada por el tamaño de los animales que se capturan y de la que suelen ser víctimas animales de pequeño tamaño tales como la perdiz, la tórtola, el conejo, ciertas aves acuáticas, especies migratorias, etc. La caza menor es probablemente la más popular y la más ampliamente extendida. La caza mayor, se caracteriza por el mayor tamaño de los animales, sus víctimas suelen ser jabalís, corzos, ciervos, venados, gamos, muflónes, cabras montesas, etc. La caza utiliza armas para asesinar a determinados individuos, escopetas y balas de plomo que matan, hieren y mutilan a otros.

ACUARIOS  
Los acuarios son cárceles acuáticas donde viven encerrados cientos de animales marinos, tanto mamíferos como delfines y orcas, como peces tropicales, de río y otros animales. Algunos de estos individuos nadarían decenas de kilómetros en un solo día en libertad. Poseen sentidos que les guían a través de los océanos, mares y ríos, que se ven mermados en los tanques en los que se les condena a vivir sus vidas. A través de los cristales de los acuarios no podemos apreciar la realidad de las vidas de estos animales, no vemos el aburrimiento, la monotonía, las privaciones y el sufrimiento que padecen quienes están detrás. Esta realidad puede cambiar si no asistimos a esta clase de recintos y animamos a otros a respetar a los animales del mismo modo.

EXPERIMENTACIÓN
 
Cientos de millones de animales no-humanos son utilizados cada año en pruebas de toxicidad, como recursos de aprendizaje en las facultades o modelos de investigación en diversos laboratorios de todo el mundo. Ratones y ratas, hámsters, conejos, gerbos, perros, gatos, cerdos, vacas, ovejas, reptiles, truchas, monos rhesus, diversos pájaros y muchos otros padecen nuestros experimentos de biología, bioquímica, fisiología, psicología…
Inoculamos virus en animales, alteramos su material genético y matamos a las madres cuando están embarazadas para estudiar sus fetos, les sometemos a privaciones de comida o a descargas eléctricas para comprobar su resistencia, les quemamos vivos, les aplicamos sustancias irritantes en los ojos y en la piel, les extirpamos glándulas, les obligamos a ingerir sustancias tóxicas, les provocarmos parálisis, les sometemos a radiaciones, a temperaturas extremas... La lista de experimentos a los que son sometidos no tiene fin, constantemente surgen nuevas sustancias que serán testadas en sus cuerpos, nuevas combinaciones de variables cuyos efectos desean comprobarse sobre ellos, nuevas técnicas e hipótesis a demostrar.

La paradoja de la experimentación animal
Una muestra de la injusticia inherente a la experimentación animal se da cuando se afirma que los animales no-humanos que son utilizados en los experimentos son lo suficientemente parecidos a nosotras/os como para poder extrapolar los resultados de los experimentos a los que son sometidos.. pero si son tan parecidos, igualmente merecerán la misma consideración que nosotros. Cuanto mejor modelo de laboratorio son por parecerse a nosotros, más obvio resulta que deberían ser protegidos como nuestros iguales.

VESTIMENTA
 
 El cuero: quitándoles la piel a las vacas
Mientras que la utilización de las pieles proveniente de algunos animales como los visones, los zorros o las chinchillas ha dejado de ser una práctica tan extendida como lo era antes debido a la gran cantidad de información que existe sobre el sufrimiento inherente a esta industria, el cuero es un producto muy demandado y cuya utilización se encuentra muy extendida, siendo principalmente utilizado para la fabricación de calzado, chaquetas, guantes, tapicería (sofás, asientos de coches), etc. Rara vez cuestionamos el hecho de que el cuero también proviene de la piel de un animal, generalmente una vaca (aunque también puede provenir de bueyes, cerdos, caballos..), que ha sido curtida y tratada para evitar su descomposición y conseguir la textura y color deseados. Si el cuero no se rechaza como se hace con otras pieles de animales (visones, chinchillas, etc.) es debido a que habitualmente se considera un subproducto de la industria cárnica. Pero lo cierto es que el cuero tiene poco de subproducto: a las vacas se las explota por su leche, carne y piel, por ello la industria del cuero es un negocio multimillonario que subsistiría aún si las vacas dejaran de asesinarse por su carne o leche y siguiésemos demando únicamente su piel (como ocurre con las pieles de zorros, chinchillas, hurones, etc.)
La piel y el pelo de los demás animales
Para la fabricación de prendas hechas con el pelo o la piel de los animales, a los animales criados y enjaulados para tal fin -o atrapados en su entorno por medio de trampas- se les suele arrancar la piel cuando aun están con vida. Un abrigo supone la muerte de aproximadamente 35 animales no-humanos y para la fabricación de los mismos se matan a unos 30 millones al año aproximadamente. El uso del pelo de animales para vestimenta, es una forma de explotación ampliamente rechazada debido a que es sabido la gran cantidad de sufrimiento y muertes que produce. Pero debemos incidir que los mismos argumentos que nos llevan a rechazar las pieles/pelo, deberían obligarnos a rechazar cualquier prenda de vestir hecha con pieles de animales, ya que en todos los casos han significado la muerte de alguien. Curiosamente el principal argumento utilizado por quienes defienden dicho negocio es que los animales que se crían en granjas con este fin son iguales a los que se crían para el alimento de los humanos, donde las condiciones son iguales e incluso peores, lo que demuestra que una consideración seria por los intereses de los animales pasa por rechazar todos los ámbitos donde éstos son explotados.
La lana: el pelo de los animales
La lana es un producto de origen animal ampliamente consumido y pocas veces cuestionado, a pesar de la gran cantidad de sufrimiento que causa la cría y la explotación de estos animales para la utilización de su lana. La lana es una fibra de proteína llamada queratina, fina, larga y elástica. Antes de su cría para ser explotadas, las ovejas producían suficiente lana para protegerse ellas mismas del frío. Pero las ovejas domésticas de hoy en día han sido seleccionadas genéticamente para que produzcan más lana de lo que seria habitual. Esta selección de ovejas más productivas es causante de múltiples enfermedades derivadas de la excesiva cantidad de pelo, además el esquilado suele ser muy doloroso, a las ovejas se las inmoviliza intentando obtener toda la lana posible de sus cuerpos, ignorando el dolor físico y las heridas que se les causan debido a ello. Las ovejas son individuos con intereses propios, no productoras de bufandas, jerséis, guantes, o abrigos para ir a la moda o protegernos del frío.


Toda la información esta sacada y esta más ampliada en:

http://www.igualdadanimal.org/

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